Cefaleas, Mareos y Vértigo Phoenix

La cabeza de una persona es una de las partes más vulnerables del cuerpo que puede resultar lesionada durante un accidente automovilístico. Los síntomas de una lesión en la cabeza pueden ser sutiles. Los dolores de cabeza y mareos después de un accidente automovilístico pueden ser signos de una lesión en la cabeza más grave. Se sabe que los dolores de cabeza perturban mental y emocionalmente la vida de una persona, y los mareos pueden convertir las actividades normales en tareas bastante difíciles.

Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), casi el 50 por ciento de las personas que son hospitalizadas después de un accidente automovilístico salen del hospital con dolores de cabeza y mareos continuos, y un poco más del 33 por ciento de ese porcentaje sigue experimentando dolores de cabeza un año después de su accidente automovilístico. Aprenda más sobre cómo un quiropráctico puede ayudarlo a recuperarse de los dolores de cabeza y mareos.

Los dolores de cabeza pueden ocurrir después de un accidente automovilístico sin sufrir una lesión en la cabeza. Por ejemplo, el latigazo cervical puede hacer que los músculos y otros tejidos del cuello y los hombros se tensen, lo que ejerce más presión sobre la cabeza y empeora los dolores de cabeza. Básicamente, cualquier forma de lesión en la parte superior de la espalda (columna cervical) puede causar una presión adicional en la cabeza, lo que resulta en dolores de cabeza y mareos.

Por otro lado, los dolores de cabeza migrañosos pueden ser el resultado directo de una lesión en la cabeza. Estos tipos de lesiones en la cabeza pueden parecer imposibles de superar sin medicación o analgésicos. Es entonces cuando los mareos se vuelven más frecuentes según la cantidad de presión constante sobre el cerebro. Cuando ocurre un accidente automovilístico y la cabeza es golpeada, el cerebro absorberá la mayor parte del impacto.

A diferencia del cuerpo, el cerebro no se mantiene en una posición estable, por lo que cuando la cabeza se sacude hacia adelante o hacia atrás, el cerebro sufrirá tres golpes dramáticos importantes. Cuando la cabeza se sacude en cualquier dirección, el cerebro primero choca contra un lado del cráneo y luego la gravedad lo empuja hacia el otro lado donde vuelve a hacer contacto con el cráneo. El tercer impacto es el asentamiento del cerebro. En este caso, el cerebro está sintiendo la presión de los dos primeros golpes, y como el cerebro puede comenzar a hincharse, esto también añade presión a las áreas circundantes del cerebro como los nervios de la columna vertebral y los músculos y tejidos en la cabeza. Todo esto contribuye a los dolores de cabeza y mareos que una persona siente.

Cuando un paciente sufre de dolores de cabeza y mareos, un quiropráctico generalmente querrá examinar de cerca radiografías o resonancias magnéticas y realizar un examen físico para hacer una evaluación adecuada. Medir el dolor es en realidad una de las cosas más difíciles de hacer para los médicos porque se trata de comunicación, y establecer un diálogo sobre el dolor entre el paciente y el médico puede ser desafiante debido a la cantidad de información que se debe obtener en poco tiempo.

Los médicos evaluarán el dolor y determinarán si es intermitente o constante, qué tipo de dolor está ocurriendo (por ejemplo, punzante, ardiente, etc.), qué desencadena el dolor, cuándo es más probable que ocurra el dolor durante el día y cuánto dolor tiene el paciente en una escala de 0 a 10. Después de establecer un diálogo sobre la situación del paciente y comprender la extensión del dolor, los médicos preguntarán sobre tratamientos anteriores y cualquier medicamento que esté tomando.

Algunos médicos pueden pedir al paciente que lleve un diario del dolor que demuestre el nivel de dolor que ocurre. Esto les ayudará a comprender mejor los patrones de la condición. Una buena evaluación ayudará a los médicos a entender qué tipo de tratamiento se adaptará mejor al paciente y ayudará a aliviar la cantidad de estrés que tienen.

¡No deje que los dolores de cabeza, mareos o vértigo le impidan participar en la vida! Dependiendo de su condición, un quiropráctico puede ayudar. ¡Programe su consulta hoy mismo!